Las continuas goteras amenazan el símbolo del instituto Pirámide, construido hace 50 años

El 14 de noviembre de 1967 llovió en Huesca y el agua entró en la pirámide de la Universidad Laboral, que se había inaugurado esa mañana. Desde entonces, las goteras persisten en una estructura que está dañada por dentro y por fuera y que ha empezado a revisarse para determinar cómo se puede frenar su deterioro. Especialistas de obras en altura comenzaron el miércoles a inspeccionar este elemento arquitectónico, un hito en la entrada a la capital oscense desde Zaragoza y un símbolo del centro educativo al que da nombre. El director del Instituto de Secundaria, Fernando Mur, espera que este año, en el que se conmemora el 50 aniversario, se pueda acometer alguna mejora.

Los alumnos de 2ª de Bachillerato del IES Pirámide celebran el viernes su gala de fin de curso. el jueves fue necesario cubrir con plásticos algunas zonas del salón de actos, situado bajo el gran poliedro de 25 de altura y que en sus orígenes también funcionó como capilla. La lluvia también impidió que continuaran los trabajos para realizar la peritación de la estructura. El estudio es complicado, ya que los operarios deben descolgarse con cuerdas para poder moverse por la superficie inclinada. «Son cuatro caras y apenas hay una a la que se puede acceder desde una plataforma elevadora», indicó Mur. el viernes volverán a subir para ver trozo a trozo dónde están los daños.

No hace falta llegar a la cúspide para ver el deterioro. En la base de la pirámide se ve que las diferentes capas de tela asfáltica están podridas. Las fibras de vidrio y pintura se están desprendiendo. La última intervención de calado en una de las caras se acometió hace algo más de 15 años. Fue en la cara que da a la fachada, recuerda el director del centro educativo.

También hay daños en el interior porque «la estructura de pirámide es de madera, que se está pudriendo en algunas zonas», señala Fernando Mur. «Por fuera están mal las cuatro caras, y por dentro el deterioro es patente en dos, pero es casi imposible saber por dónde entra el agua», añade. Resulta muy difícil identificar dónde están las goteras debido a la propia inclinación de los planos porque «a lo mejor hay una en un punto, el agua va cayendo y sale más abajo».

La madera se cubrió con hormigón y este, con unas losas de color marrón que se retiraron al poco tiempo porque ocasionaban problemas. En sucesivas actuaciones se fue colocando tela asfáltica y pintura impermeabilizante, «pero todo ello tiene una vida útil y el estado actual de la pirámide es preocupante, con humedades exteriores, goteras interiores…», comenta el director del IES. «La idea sería retirar todas las capas superpuestas para que el hormigón ventilase y actuar de forma global «, añade.

Bien Catalogado

Fernando Mur reconoce que el presupuesto de la intervención será elevado porque «son muchas horas de trabajo». El edificio, cuyo uso y nombre comparten el Instituto de Secundaria y el Centro Integrado de Formación Profesional está reconocido como Bien Catalogado del Patrimonio Cultural Aragonés. Fue construido por el arquitecto José López Zanón y se proyectó según modernos criterios de organización espacial. La pirámide sigue como su elemento definitorio.